Mostrando entradas con la etiqueta Arte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Arte. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de enero de 2018

La Imagen

Por Altagracia Pérez Pytel/ Fotos: Martin Pytel 

Nos debatimos entre la imagen y el significado
la emoción y el símbolo;
el cerebro es una máquina que no descansa,
 ante el shot de antiguos videos.  



Sucedió en una de las calles cercanas al Museo de la emperatriz Sissí, en el centro de Viena. Caminábamos apresuradamente, entre el aluvión de gente que iba y venía, pues cercano al Mediodía, comenzó una llovizna que se tornaba perenne, y presagiaba con humedecerlo todo.  Apremiados  por guarecernos en algún café, restaurante o algún alero cercano,  me distraía a veces observando los detalles arquitectónicos y los relieves de las esculturas de la Plaza de  Stephansplatz.

Pero, en aquel apretujamiento de pasos, lo que menos podía yo  imaginar, aconteció. Al compás de los murmullos en diversas lenguas y quizás subyacente, la premura y el   único sentimiento de disfrutar los monumentos,  esculturas y las plazas arquitectónicas vienesas, como de golpe,  abriéndose espacios,  apareció aquel grupo.  

Y era como cuando de pequeňa,  escuchaba a mi madre rezar y cantar:


“Bajó de los cielos, la  Virgen María... Ave  María... Ave María, Ave María....“

Detrás de él y su altoparlante en mano, un grupo de mujeres en coro, corroborando aquel canto ...  „Ave María, ave María... „

Era un sacerdote joven  que cantando, avanzaba muy resuelto por aquellas calles. Portaba una sotána larga, color negro, y  detrás los feligreses, con aquella  imagen tan diminuta, evocando  a la madre de Jesús. 

Yo  me quedé absorta y por un   momento también  me encontré como   ellos, cantando,  a pesar de que continuaba caminando, mezclándome  apresurada entre la muchedumbre.  

Canté, sí, como cuando era una niňa y secundaba a mi madre, agradeciendo a la Madre de Dios, sus favores y su protección. Canté, y por un momento vi  que algunas personas  me observaban, algunas por supuesto no me entenderían, eran de otras razas, y quizás de otras religiones; otros en tanto caminaban o comían distraídos, quizás no se percataban, ni commprenderían aquel momento.  

O tal vez,  lo interpretarían como   un hecho surrealista, pues de todas maneras era el elemento incidental,  algo que trataba de encajar, -quizás de manera abrupta- en  ese  escenario de gente más  dominadas en aquel momento, por el placer  de los sentidos, el placer visual estético.

 No  supe quien era aquel sacerdote; no hubo tiempo para indagar, pero me  pareció que de él y de esos feligreses, se desprendía  un acto poderoso de  voluntad, de su compromiso de comunicarnos su fe. 

Fueron  segundos veloces que abría a una experiencia única, un golpe  de emoción y de  luz, como los rayos de sol que irrumpían la tarde que ya llegaba, y era al mismo tiempo,  un  momento inapresable,   pues así como aparecieron se marcharon: y de repente, era tan sólo  una imagen disuelta en el horizonte, apenas un rastro, luego quizás una ilusión óptica para el resto y luego, la nada.

Aquella diminuta porcelana representando la madre de Dios, la Virgen María,  conduciendo el entusiasmo de aquel grupo, tan sólo aquella miniatura, aquel  pequeňo detalle,  sobre la generalidad, y sobre el corazón y el cerebro, la emoción:  la descodificación de la imagen y el símbolo; y fue entonces, lo que procreó para mí, el instante, lo mágico, lo inefable.   

viernes, 22 de diciembre de 2017

Enfoque a la Navidad

Por Altagracia Pérez Pytel

Varios días han transcurrido desde que dejáramos atrás los desenlaces, casi inevitables de una época, siempre envolvente, siempre apabullante, términos que se podrían considerar absolutos en este ritmo descriptivo. Pero bien, partiendo de mi prisma particular, podría afirmar que junto a su marco innegable de alegrías pujantes, la Navidad es esto: un proceso envolvente al cual muchos asistimos, aún sin estar convencidos  de su necesidad de recurrencia.

Desde luego, al aseverar esto, no enfoco su concepto  primigenio; cuyos fundamentos están cimentados en una pascua austera que impulsa el alma  a esferas más elevadas y de enlace a áquel  que todo lo ha creado y en cuyo régimen muy pocos encuentra por adeptos. 

Lejos de esto está mi basamenta de análisis;  pienso  más bien  en la Navidad descaradamente comercializada, que muchos  escenificamos abarrotados, fiestas fastuosas o  a través del mítico televisor.

Por supuesto, esto no deja de tener cierto encanto receptivo, de una manera u otra nos dejamos seducir; arrastrados si se quiere por esa audaz logística, que es la de no dejarnos excluidos de su inquietante  círculo de sensibilidad.

Incluso, aquellos que sienten un desdén  radical por su celebración, ya por la pérdida de su encanto tradicional, ya sea por ese fenómeno de consumismo extremado que se registra y lo que ciertamente da la nota predominante sin extrañeza y sin muchas  interrogantes, participar de sus deleites temporales.

Estos, también agregan a su magistral  oposición la realidad absurda de un pueblo, golpeado en su delicado armazón, por una pobreza sin ambages, al que irónicamente para estos tiempos se le intenta apaciguar con unas cuantas canastitas.

En verdad, que esta época exhibe un halo seductor irresistible; hasta experimentamos ciertas mutaciones de orden sentimental que redunda en beneficio, intentando resarcir nuestros errores.

No estaría de más destacar que concomitantemente a sus paradojas motivantes, también se reitera la inexplicable convocatoria de morriñas dislocadas que nos urge atraer de los moños de otras pasadas y por ende, más satisfactorias y se pueden escuchar en los noticiarios como crecen, anualmente las estadísticas  del número de seres que no las resisten, por lo que tienen que ser rápidamente recluidos en clínicas, por la supuesta invasión de ese mal depresivo que se genera al compás de su largo desfile de fiestas.

Me imagino que no se reestablecen hasta tanto no son informados de que ese espíritu instigador se ha marchado.

Sin embargo, para no volver a enfatizar la no necesidad de su despliegue de excesos, cuya tendencia será siempre la de movilizarnos a acciones de este tipo, quiero salvaguardar la distancia con aquella otra eterna Navidad, que trató de instaurar el gran Maestro en la sociedad humana, con verdaderos valores  de paz y
justicia y desde la cual se hace más patente la lejanía  que se opera  con la anterior aludida.

Mientras tanto, inauguramos un nuevo año a merced de una esperanza  renovada y sobre todo enérgica que nos erige sobre una actitud casi de indiferencia con respecto a las desventuras  o desdenes del  recién año que se ha marchado.

Quizás, como respuesta natural al gran proceso dinámico  de supervivencia que motoriza la vida.


Publicado en el Lístin Diario, 9 de Enero de 1997.

sábado, 16 de diciembre de 2017

La necesidad de escribir

Por Altagracia Pérez Pytel

Hay una fuerza que nos impulsa a escribir, que puede responder al apremio de manifestar nuestra visión de la belleza o a la necesidad de registrar una situación en particular. Este proceso que surge como cualquier actividad, como se le ocurre al ama de casa hacer un buen plato o al arquitecto, el plano para edificar la suntuosa infraestructura, se convierte en algunos seres en una necesidad recurrente, casi crónica. 

Se podría deducir que esta necesidad deviene a partir de la efervescencia que generan ciertas ideas, o quizás a partir de ese efecto mágico que produce contemplar las palabras juntas, todas en coherencia gramatical y su correspondiente significación. Es ese “poder fabuloso, en cierto modo misterioso, contenido en esas leves celdillas sonoras de la palabra- como nos explica el poeta español Pedro Salinas.- Porque las palabras, las más grandes y significativas, encierran en sí una fuerza de expansión, una potencia irradiadora de mayor alcance que la fuerza física, incluso que una bomba”. 

Nos encontramos uniendo palabras, ideas, en ocasiones a guisa de diario, retahíla de emociones, confesiones que no nos atrevemos a manifestar y tal vez, si nos esforzamos con el tiempo sean susceptibles de convertirse en creaciones artísticas. Pero plasmar ideas sobre el papel, en lenguaje ordinario o composiciones estéticas, es siempre un acto de la inteligencia, es un ejercicio de la razón, la capacidad única de los seres humanos de elucubrar sobre el existir, de lo que somos y necesitamos recrear o transformar y a partir de la cual hacemos uso de nuestra libertad interior, de discernir y apostar por lo que más nos atrae o conviene. 

La necesidad de escribir, motivados no sabemos cómo, si por mágicas musas, ángeles, extraños resortes de nuestra conciencia creativa, nos aguijoneará en el mejor de los casos luego de la lectura de un buen libro. Algunas veces nos atrapará en el momento menos oportuno en una fiesta familiar, donde todos esperan se siga el curso convencional de la normalidad. A veces durante el tráfico, o cuando caminamos apresurados hacia el trabajo y desesperados entendemos que debemos hacer un „pare“ porque parece el momento más brillante de nuestras musas. 

En los más disciplinados, sin lugar a dudas, será una reacción desencadenada, resultado de sistemáticos esfuerzos. Visto también, desde un enfoque romántico, diríamos que este impulso se despierta cuando la lluvia se desplaza sobre el tejado y una gota caprichosa resbala sobre el cristal y sensibilizados corremos hacia el papel. Porque escribir es muchas veces, un acto de emoción, y a través del contacto con la gente, y su dinámico discurrir encontramos gran parte del material que potenciará la producción. Pero escribe también el monje en retiro, en la soledad del claustro que es mucho más fecundo. Escribir es también una actividad del silencio y la gran obra -nos afirma los grandes maestros- se cultiva en absoluta soledad. 

Somos impulsados a escribir y vienen a mi mente los posibles galardones, la notoriedad social que puede proveer este oficio, también los foros utilizados para dirimir asuntos personales más que ser vehículos de entes esclarecedores de la cultura; y pienso en las palabras del escritor argentino Ernesto Sábato que me recuerda siempre que el que escribe debe constituirse en una voz y es ahí precisamente donde estriba la importancia de este oficio; pues somos voces de una sensibilidad despertada, voces de nuestro entorno, voces de la memoria histórica de nuestras raíces, voces de los que no tienen voz ni rostro, voces ante las injusticias sociales y de los ultrajes morales, voces hasta de los que no están interesados en pensar. 

Porque el que escribe debe estar alerta, y no ser indiferente ante la realidad que nos genera más preguntas que respuestas. Esta actividad muy pocas veces es remunerada por supuesto, en los que no trascienden mas allá de sus posibilidades. Los menos afortunados por este don, estaremos expuestos a mayores recompensas que la de poder rebelarnos, sin que nadie nos ponga cortapisas, en un mundo en el cual parecemos esfumarnos en una multiplicidad de seres. 

En mi caso, pienso que tal vez los montes, las colinas asignadas al breve espacio que trasciende mi sombra, no adquieran mayor relieve a partir de ejecutar los movimientos que conduce mi pluma al escribir. Pero como estoy consciente de que, como todos voy a morir, me permito ejercer esa preciosa actividad, que me hace pensar que estoy viva, sobre todo despierta y fortalece mi resistencia a creer que ¨soy tan sólo polvo en el viento¨. 

Publicado en el periódico Listín Diario, 19 de enero de 2003.

domingo, 26 de noviembre de 2017

¿Qué es Arte?

Por Altagracia Pérez Pytel /Fotos Martin Pytel


¿Qué es lo bello?
¿Qué es lo feo?
¿Qué es el Arte?


Contestar estas preguntas me parece arribar siempre al terreno de lo subjetivo o tal vez, coincidir con los conceptos ya establecidos. Contemplando los Siete trabajos de Hércules y en especial esta escultura de Edmund Hellmer, „Power by Land“, ubicadas en el Pl. Michaelerkircha, Palacio Hofburg, me han despertado estas cuestionantes.


En este caso, en visión conjunta, se puede observar al héroe, que se dice es el árcangel San Miguel sobre el águila, la serpiente y por ende dominando, los entidades infernales.






No me ha llamado tanto la atención en sentido general, como observándola desde el ángulo, de los seres infernales. Tal vez, podría ser considerado una visión horripilante, aterradora, estos seres que apuntan al desquicio y la maldad. Pero, al margen de esto, del carácter simbólico que pueda representar especialmente en el terreno religioso, lo que me atrae de ellos, son las líneas que ha logrado el artista sobre los brazos, como en las piernas, así como la expresión de los ojos. 



Unas líneas tan marcadas y expresivas que rompen con lo inerme, logrando perfectamente introducirnos a la esfera vivencial, al cuadro de las emociones, a la realidad del existir. Es el gesto humano, la huella de la vida que le ha imprimido este artista, a esta escultura que me despierta tantos sentimientos encontrados. Entonces, desprende una aura que nos sumerge en un marco reflexivo, y nos hace además concluir que a pesar de todo, hay algo de sublime en estos seres.



Esta interrelación emocional, es realmente lo que me hace trasladarme a las definiciones de Arte. Yo pienso por el momento, que aparte del factor estético, el Arte, siempre conllevará y provocará una serie de reflexiones, pues nos empuja a sustraernos a un estado no sólo sensorial también reflexivo de la conciencia, a repensar el objeto contemplado, y al mismo tiempo, nos da una sensación de romper con el ahora y lo temporal, hasta acercarnos a lo trascendente.

Publicado el 2 de febrero del 2012, en mi antiguo blog: bestiasyamapolas

sábado, 11 de noviembre de 2017

Amapolas en Cerámicas

Por Altagracia Pérez Pytel/ Fotos Martin Pytel

Una instalación con miles de amapolas en cerámica, se desplegó en la Torre de Londres, para conmemorar el centenario del inicio de la I guerra mundial, en Julio del 2014.


De acuerdo a un reporte de CNN, explica que cada una de las 888.246 flores de la obra de arte, "Blood Swept Lands and Seas of Red", representa una vida perdida en la Primera Guerra Mundial, ¨una por cada soldado británico y colonial muerto en el conflicto que comenzó hace 100 años¨.

¨La marea roja que fluye desde una de las ventanas del palacio y las vueltas en sus antiguas paredes de piedra está hecha de cientos de amapolas cerámicas hechas a mano individualmente.¨



El Día del Armisticio fue en el año del centenario, el 2014, y la amapola final fue "plantada" poco antes de las 11 de la mañana del 11 de noviembre, la hora en que se firmó el armisticio, que puso fin a la guerra en 1918.

El artista inglés Paul Cummins concibió esta instalación monumental conocida como ¨Blood Swept Lands and Seas of London¨, la cual conmemora las pérdidas británicas y coloniales en la Primera Guerra Mundial.



Estas 888.246 amapolas cerámicas, las produjo Cummins en Derbyshire con varios asistentes, y el diseño elaborado por el diseñador de teatro Tom Piper.1

De acuerdo a la BBC, Tom Piper dijo que el propósito era crear "una sensación fluida y orgánica, la cual se podía ver como sangre, agua o fuerza vital".

La primera amapola de cerámica se plantó en julio y la final se agregó el 11 de noviembre del 2014.


 Para entonces, 888,246 amapolas rellenaron el foso, cada una representando una muerte británica o colonial durante el conflicto.

La Torre de Londres fue el lugar, donde más de 1,600 hombres juraron ante la Corona después de alistarse para este conflicto armado.


Hoy, millones de personas han guardado dos minutos de silencio para recordar a los muertos en la guerra del país, ya que el Reino Unido conmemora el Día del Armisticio.

Big Ben, que ha estado en silencio desde agosto mientras se realizan los trabajos de reparación, sonó a las 11:00 GMT.



1. Datos de Wikipedia.
Además de BBC y CNN. 

lunes, 21 de agosto de 2017

BATH

Por Altagracia Pérez Pytel
Fotos: Martin Pytel 

Bath es una ciudad en el condado ceremonial de Somerset, en el sudoeste de Inglaterra. Está situada a 156 km al oeste de Londres y a veintiún kilómetros al suroeste de Bristol.

Bath fue fundada como un complejo termal por los romanos bajo el nombre latino de Aquae Sulis ("las aguas de Sulis"), en  43 d.C., aunque la tradición oral sin ningún sustento sugiere que ya existía desde antes. 


Los romanos construyeron el complejo y un templo en las colinas adyacentes en el valle del río Avon, alrededor de la fuente de las aguas termales. 

Bath fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1987.

La ciudad posee una gran variedad de teatros, museos y demás edificios de importancia cultural, lo cual ha contribuido a su desarrollo como destino turístico.

La escritora Jane Austen vivió en la ciudad junto a su padre, madre y su hermana Cassandra en cuatro domicilios distintos desde 1801 a 1806.

Sin embargo, a Jane nunca le agradó demasiado la ciudad y en una ocasión escribió a Cassandra: It will be two years tomorrow since we left Bath for Clifton, with what happy feelings of escape, ("Mañana se cumplirán dos años desde que partimos de Bath hacia Clifton, con felices sentimientos de escape.¨)

A pesar de ello, Bath ha honrado su nombre con el Jane Austen Centre, un museo dedicado a ella. Sus obras la Abadía de Northanger y Persuasión están en gran parte ambientadas en la ciudad en incluyen descripciones de la vida social del Bath de la época. 

Tanto las novelas de Austen como Los papeles póstumos del Club Pickwick, de Charles Dickens, contienen alusiones a las aguas termanles. 

Datos de Wikipedia
Fotos de mi Colección

martes, 8 de marzo de 2016

¡Feliz día Internacional de la Mujer!

Por Altagracia Pérez Pytel

¡Feliz día Internacional de la Mujer!, pero continúan los abusos hacia la mujer,  como es la inequidad de salarios, la violencia doméstica, maltratos y los feminicidios  que van quedando impunes. 

Este día, 8 de marzo, se celebra  en conmemoración a las luchas generadas, a partir del  8 de marzo de 1857 y  la huelga del 5 de marzo 1908,  cuando obreras textiles, salieron a las calles a demandar por una reducción de las horas de trabajo,  mejora de salarios y derecho al voto; así como por las condiciones injustas de trabajo que estaban experimentado en las ciudades de New York y  Chicago.

 Otro hecho que desenlazó la creación de esta importante fecha, fue el incidente trágico acaecido  el 25 de marzo de 1911, en  el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de New York, donde murieron más de 140 trabajadoras, muchas de ellas inmigrantes.

Además, los eventos de protestas que se generaron en el 3 de marzo de 1917, con el cierre de la factoría soviética de Putilov, en  Rusia, quedaron 30,000 obreras sin trabajo. 





Asimismo, otra causa que originó la constitución de este día para las féminas, fueron las conferencias que se registraron el año 1910, en Copenhague, como reconocimiento al movimiento en favor, a conseguir el sufragio femenino universal. 

Tales pronunciamientos fueron tomando forma y serían las bases para las concesiones que disfrutan las generaciones actuales y  por las cuales abogaron, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Aleksandra Kolontái, Nadezhda Krúspskaya e Inessa Armand, y otras reconocidas pioneras por la reivindicación  de los derechos de las mujeres.



El Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebraría por primera vez  el 19 de marzo de 1911, en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con manifestaciones públicas, donde se exigieron  para las mujeres el derecho de voto, y  ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y la no discriminación laboral.* 

Hasta la fecha, todavía es mucho lo que se necesita para empoderar al sector femenino; en distintas regiones del mundo, especialmente en países pobres y subdesarrollados: en el área de educación, servicios de salud y derechos inherentes a la persona,   se les continúa violentando y marginando. 

 Y es que históricamente,  por  condición de género y dominancia  patriarcal, son  muchos los derechos que se le han negado a la mujer, siendo relegada muchas veces, a un plano inferior.




Y aún es el momento cuando  figuras relevantes del mundo, como lo es Bill Gates, Meryl Strep  y otros  han tenido que alzar su voz para poner en evidencia, que las mujeres se les margina en los puestos de trabajos, siendo mal pagadas con relación a los hombres.

Por lo que hoy más que nunca, se requiere de mayor atención y las voces  de todos y todas,  para establecer ya de manera definitiva,  el lugar digno que merece la mujer en la sociedad.

*Datos de Wikipedia e Intef.
Fotos: Fuente Externa

miércoles, 17 de febrero de 2016

THORIN OAKENSHIELD

Por Altagracia Pérez Pytel 

 Un héroe que se resiste a morir. ¿Será la última odisea de Tolkien, en el cine?

Thorin, con su bella mirada fiera y su nariz protésica, invita a reflexionar sobre su fallida vida en la pantalla grande.

Thorin se contagió con la enfermedad del dragón y nos ha dejado huérfano  de renovadas  fantásticas  fábulas; de odiseas salpicadas de  historias mágicas, transmitidas de manera oral de generación en generación, desde las edades de la tierra y el medioevo y ahora santificadas por la audacia de las  tecnologías. 

De la mano del genio creativo de J.R.R. Tolkien, el hábil  director cinematográfico neozelandés,  Peter Jackson,  fue arrebatado hasta las profundidades de la tierra para despertar criaturas que nos ha llevado a escalar las místicas montañas frías.

Hay una majestuosa estirpe en la corpulenta y enana estatura de Thorin. 

 A pesar de su furiosa avaricia, despertada por el dragón Smaug, él guarda bajo sí  un fardo corazón tierno, que nos lo hace más adorable en su soledad de líder abandonado.

Muere traicionado  y derrotado por la razonable lógica de Bilbo, quien a mi entender  le era indiferente ni estaba  interesado estaba  en grandes aventuras, como Thorin. Pero,  Thorin Oakenshield es sólo un guerrero confundido, que pronto elevará sus alas hacia la dimensión del héroe. 


 Thorin no pertenece a estos parajes áridos de la tierra,  él pertenece a la región del sueño, y  la leyenda...   

 Escrito en Enero 2015, luego de contemplar la tercera parte, adaptación cinematográfica de (El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos) de la novela del escritor  J.R.R. Tolkien, el Hobbit. Al igual que las demás primeras que conforman la trilogía de El Hobbit, este filme fue dirigido y adaptado por el director de cine Peter Jackson. 

El Hobbit es una novela fantástica escrita por el filólogo inglés J.R.R. Tolkien. El Hobbit se desarrolla en el año 2941, de la tercera edad del Sol y narra la historia del hobbit  Bilbo,  junto al mago Gandalf y otros enanos como Thorin Oakenshield,  quienes van en busca de un tesoro custodiado por el dragón Smaug en la Montaña Solitaria.

(...) su escudo se partió, y que él lo arrojó, y con el hacha cortó una rama de roble que sostuvo en la mano izquierda para parar los golpes asestados por sus enemigos o esgrimiéndola como una porra.

— J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos, «Apéndice A» -Este breve pasaje de esta novela,  encontrado en Wikipedia.


Fotos: fuente externa


martes, 16 de julio de 2013

En cualquier parte del mundo,

Por Altagracia Pérez Pytel
Fotos: De mi Colección y de la Internet

En cualquier parte del mundo,
alguien se derrumba,
decide claudicar ante sus sueños;
bajar la vela de su barco 
y sencillamente tenderse
 y donde arrecie  
 y  lleve el viento.  
Ir a la deriva...




Los días que siguieron a la caída del muro  de Berlín,  el efecto dominó que siguió con el desmembramiento del bloque socialista y de los países que conformaron la antigua Unión Soviética, la caída del Comunismo en la Europa Central y del Oriente...  Era primero la alegría, la vuelta a la autonomía, el  sentimiento primigenio de reencontrarse con la  idea de  la libertad por muchos años frenado, violentado... Luego el recorrido hacia lo desconocido, (días de escasez  hasta de los productos básicos), y el ajusticiamiento de los culpables del antiguo regimen, pero  habrán  culpables que también, se colarán para conformar el nuevo buró y  los gobiernos, los que sostendrán  las fuerzas de un nuevo sistema de producción:  el juego libre de la oferta y la demanda del mercado,  la ley del más fuerte...  Una nueva ideología que estrenará lujos, autos, la vuelta a la  propiedad privada,  la corrida salvaje hacia un concepto de vida que  demanda y exhibe la avaricia, y también, por ratos el desencanto por  la privatización, la corrupción, el  desempleo, y hasta la mendicidad...  A  casi cuarto de siglo  y rendimiento de balance,  hay quienes  que ya  hasta desearían volver al anterior período... ¿ O es tan sólo un sentimiento romántico de añoranza de un tiempo que fue y  ya no está?

Ir a la deriva...

En cualquier parte del mundo, un hombre decide ser un traidor. Este hombre, quizás aburrido o cansado de observar los hechos a su alrededor,  o  sin entender del  todo su entorno, o  simplemente por jugar a transgredir o ir contrarriente con el sistema, este hombre decide romper con su cordón umbilical y abrazar otras reglas, otros rumbos, lanzarse al vacío. ¿Qué estimula al cerebro de un  hombre que creció  donde podía tenerlo todo, en un momento dar  la espalda y dejar atrás a lo que ha sido su vida...? ¿Qué motivó tan fuerte a Edward Snowden  tomar una decisión de tal magnitud,  como fue revelar al mundo  los hechos de espionaje en que incurría los altos estamentos de su país? ¿Qué lo empujó a convertirse en un disidente o desertor de su patria?¿qué lo llevó  en verdad a tomar esta decisión?¿Estaría él realmente consciente  de las consecuencias  que esto traería?

Ir contracorriente...

En otra parte del mundo y del tiempo, un hombre obstinado en sus propósitos de reestablecimiento de los derechos de su pueblo, languidece encerrado en una celda... Ve sus días pasar por una ventana... Podría ser que en cualquier momento, sus fuerzas puedan flaquear,  rendirse y  transar y negociar sus principios...  Pero no, cada día sabe esperar por el tiempo de la siega. Su ideal  parece presentir la luz  que podría aparecer al final del túnel. 


¿De dónde proviene su fuerza? Donde otros hombres podrían tambalear, éste se fortalece.


¿Qué alimentó la espera de un hombre como Nelson Mandela,  durante los 27 años que tuvo que pasar en la cárcel de la isla de Robben?   ¿Qué moldeó su paciencia,  cuando sólo podía recibir un visitante por año y durante sólo unos 30 minutos y luego por cada 6 meses,  recibir o contestar una carta? ¿ Qué lo ayudó a resisitir cuando esperaba por aquellas  cartas, que si llegaban, "eran a menudo retrasadas durante largos períodos y leídas por los censores de la prisión.."?  Dicen que las ideas de Ghandi abonaron su lucha...  




Pero, ¿ cómo lo hizo  para guantar este martirio, esperar,   y no renunciar a lo que el entendía debía de ser en su lucha contra el Apartheid, y luego erguirse quizás más fuerte  que los arboles que contemplaron los ojos de su infancia? Más allá de lo que los medios de comunicación nos predican, nos envuelven con su bruma y avalancha informativa:   

¿qué hace que unos hombres crean, conduzcan, revolucionen,  innoven con sus ideas y acciones, mientras otros  se conviertan en mansas ovejas de redil, o en  rufianes o perdedores? ¿Cómo obtener  lo que realmente sostiene, engrandece o hace ceder,  capitular las razones de vida de un ser humano? 

Porque a veces,


alguien abandona su lucha
y los días le pasan de lado,
no importa si el viento ruge
sobre su cabeza
o la lluvia golpea
su piel;
siente
que su corazón
es una caja hueca
sencillamente,
que ya no produce ninguna melodía.-