sábado, 16 de diciembre de 2017

La necesidad de escribir

Por Altagracia Pérez Pytel

Hay una fuerza que nos impulsa a escribir, que puede responder al apremio de manifestar nuestra visión de la belleza o a la necesidad de registrar una situación en particular. Este proceso que surge como cualquier actividad, como se le ocurre al ama de casa hacer un buen plato o al arquitecto, el plano para edificar la suntuosa infraestructura, se convierte en algunos seres en una necesidad recurrente, casi crónica. 

Se podría deducir que esta necesidad deviene a partir de la efervescencia que generan ciertas ideas, o quizás a partir de ese efecto mágico que produce contemplar las palabras juntas, todas en coherencia gramatical y su correspondiente significación. Es ese “poder fabuloso, en cierto modo misterioso, contenido en esas leves celdillas sonoras de la palabra- como nos explica el poeta español Pedro Salinas.- Porque las palabras, las más grandes y significativas, encierran en sí una fuerza de expansión, una potencia irradiadora de mayor alcance que la fuerza física, incluso que una bomba”. 

Nos encontramos uniendo palabras, ideas, en ocasiones a guisa de diario, retahíla de emociones, confesiones que no nos atrevemos a manifestar y tal vez, si nos esforzamos con el tiempo sean susceptibles de convertirse en creaciones artísticas. Pero plasmar ideas sobre el papel, en lenguaje ordinario o composiciones estéticas, es siempre un acto de la inteligencia, es un ejercicio de la razón, la capacidad única de los seres humanos de elucubrar sobre el existir, de lo que somos y necesitamos recrear o transformar y a partir de la cual hacemos uso de nuestra libertad interior, de discernir y apostar por lo que más nos atrae o conviene. 

La necesidad de escribir, motivados no sabemos cómo, si por mágicas musas, ángeles, extraños resortes de nuestra conciencia creativa, nos aguijoneará en el mejor de los casos luego de la lectura de un buen libro. Algunas veces nos atrapará en el momento menos oportuno en una fiesta familiar, donde todos esperan se siga el curso convencional de la normalidad. A veces durante el tráfico, o cuando caminamos apresurados hacia el trabajo y desesperados entendemos que debemos hacer un „pare“ porque parece el momento más brillante de nuestras musas. 

En los más disciplinados, sin lugar a dudas, será una reacción desencadenada, resultado de sistemáticos esfuerzos. Visto también, desde un enfoque romántico, diríamos que este impulso se despierta cuando la lluvia se desplaza sobre el tejado y una gota caprichosa resbala sobre el cristal y sensibilizados corremos hacia el papel. Porque escribir es muchas veces, un acto de emoción, y a través del contacto con la gente, y su dinámico discurrir encontramos gran parte del material que potenciará la producción. Pero escribe también el monje en retiro, en la soledad del claustro que es mucho más fecundo. Escribir es también una actividad del silencio y la gran obra -nos afirma los grandes maestros- se cultiva en absoluta soledad. 

Somos impulsados a escribir y vienen a mi mente los posibles galardones, la notoriedad social que puede proveer este oficio, también los foros utilizados para dirimir asuntos personales más que ser vehículos de entes esclarecedores de la cultura; y pienso en las palabras del escritor argentino Ernesto Sábato que me recuerda siempre que el que escribe debe constituirse en una voz y es ahí precisamente donde estriba la importancia de este oficio; pues somos voces de una sensibilidad despertada, voces de nuestro entorno, voces de la memoria histórica de nuestras raíces, voces de los que no tienen voz ni rostro, voces ante las injusticias sociales y de los ultrajes morales, voces hasta de los que no están interesados en pensar. 

Porque el que escribe debe estar alerta, y no ser indiferente ante la realidad que nos genera más preguntas que respuestas. Esta actividad muy pocas veces es remunerada por supuesto, en los que no trascienden mas allá de sus posibilidades. Los menos afortunados por este don, estaremos expuestos a mayores recompensas que la de poder rebelarnos, sin que nadie nos ponga cortapisas, en un mundo en el cual parecemos esfumarnos en una multiplicidad de seres. 

En mi caso, pienso que tal vez los montes, las colinas asignadas al breve espacio que trasciende mi sombra, no adquieran mayor relieve a partir de ejecutar los movimientos que conduce mi pluma al escribir. Pero como estoy consciente de que, como todos voy a morir, me permito ejercer esa preciosa actividad, que me hace pensar que estoy viva, sobre todo despierta y fortalece mi resistencia a creer que ¨soy tan sólo polvo en el viento¨. 

Publicado en el periódico Listín Diario, 19 de enero de 2003.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Stonehenge

Por Altagracia Pérez Pytel
Fotos: Martin Pytel


Lo que me había llevado hasta allá y aún  permanece en la memoria,  son  las cuestionantes, y el asombro:  del cómo  esas piedras gigantes, descomunales fueron levantadas o trasladadas hasta ahí.

 El verde tapizado como en terciopelo de gramíneas de la campiña inglesa también, permanece. 

 Este sitio y sus alrededores se agregaron a la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986.

Situado cerca de Amesbury, en el condado de Wiltshire, Inglaterra,  se localiza Stonehenge.

 Los arqueólogos creen que fue construido entre 3000 aC y 2000 aC.  El banco de tierra y la zanja circundantes, que constituyen la fase más temprana del monumento, datan de alrededor del 3100 aC.

Como gigantes de bloques de piedra, su registro en el tiempo data a la época del Neolítico.

Stonehenge está formado por grandes bloques de rocas metamórficas distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas. El exterior, de treinta metros de diámetro, está formado por grandes piedras rectangulares de arenisca que, originalmente, estaban coronadas por dinteles, también de piedra, quedando hoy en día solo siete en su mismo sitio.

Stonehenge podría haber sido un cementerio desde sus inicios y se dice que en su etapa temprana, era un monumento circular, donde se ejecutaban ceremoniales rituales,  rodeado por un talud y un foso, de modo similar a muchos otros situados en el sur de Inglaterra.

Finalmente el monumento tomó su aspecto actual, para lo cual transportaron 32 bloques de arenisca desde las montañas de Preseli, al suroeste de Gales y la piedra del «Altar» fue traída desde una región cercana a Milford Haven.

Se especula actualmente con la posibilidad de que se hubieran movido utilizando bolas de madera o piedra o cojinetes a modo de rodamientos, y no con troncos como se pensó originalmente.

En un artículo publicado en el periódico británico The Telegraph, afirma haberse resuelto este enigma arqueológico, abordando desde el punto de partida de la tesis previa del equipo de expertos del University College London (UCL),  que establecen que estas piedras fueron excavadas y transportadas desde dos sitios en Pembrokeshire por los antepasados prehistóricos. 

Sin embargo, -de acuerdo a este diario inglés-, otra investigación que fuera presentada en la revista Archaeology in Wales, por los ¨ Dr. Brian John, el Dr. Dyfed Elis-Gruffydd y John Downes, afirman que "no hay rastros de intervención humana en ninguna de las características que han excitado tanto a los arqueólogos".

Y agregan que "mientras el equipo de científicos -incluidos investigadores de UCL, Universidad de Manchester, Universidad de Bournemouth, Universidad de Southampton, National Museum Wales y Dyfed Archaeological Trust- creen que su evidencia, publicada en la revista Antiquity, presenta pruebas detalladas de la participación humana, este último estudio sugiere que las famosas piedras azules de Stonehenge fueron movidas por glaciares, no por personas". (1)

La finalidad que tuvo la construcción de este gran monumento se ignora, pero se supone que se utilizaba como templo religioso, monumento funerario u observatorio astronómico que servía para predecir las estaciones.


En el solsticio de verano, el Sol salía justo atravesando el eje de la construcción, lo que hace suponer que los constructores tenían conocimientos de astronomía. El mismo día, el Sol se ocultaba atravesando el eje del Woodhenge, donde se han encontrado multitud de huesos de animales y objetos que evidencian que se celebraban grandes fiestas, probablemente al anochecer.​ (2)

Han sido encontrados 300 enterramientos de restos humanos previamente cremados, datados entre el año 3030 y 2340 a. C.5. ​ Dado el poco número de entierros para un período tan largo, se estima que no se trata de un cementerio para la generalidad de los muertos sino para determinadas personas escogidas.

La piedra era el símbolo de lo eterno; servía para marcar o delimitar puntos energéticos terrenales (telúricos) y hasta para albergar espíritus elementales.

Así es que Stonehenge podría haber sido utilizada junto con Woodhenge en ceremonias religiosas de culto a los muertos y a la vida, tal vez simbolizada por el círculo de madera.(3)



Fuentes:
1. The Telegraph
2, 3.  Wikipedia









domingo, 26 de noviembre de 2017

¿Qué es Arte?

Por Altagracia Pérez Pytel /Fotos Martin Pytel


¿Qué es lo bello?
¿Qué es lo feo?
¿Qué es el Arte?


Contestar estas preguntas me parece arribar siempre al terreno de lo subjetivo o tal vez, coincidir con los conceptos ya establecidos. Contemplando los Siete trabajos de Hércules y en especial esta escultura de Edmund Hellmer, „Power by Land“, ubicadas en el Pl. Michaelerkircha, Palacio Hofburg, me han despertado estas cuestionantes.


En este caso, en visión conjunta, se puede observar al héroe, que se dice es el árcangel San Miguel sobre el águila, la serpiente y por ende dominando, los entidades infernales.






No me ha llamado tanto la atención en sentido general, como observándola desde el ángulo, de los seres infernales. Tal vez, podría ser considerado una visión horripilante, aterradora, estos seres que apuntan al desquicio y la maldad. Pero, al margen de esto, del carácter simbólico que pueda representar especialmente en el terreno religioso, lo que me atrae de ellos, son las líneas que ha logrado el artista sobre los brazos, como en las piernas, así como la expresión de los ojos. 



Unas líneas tan marcadas y expresivas que rompen con lo inerme, logrando perfectamente introducirnos a la esfera vivencial, al cuadro de las emociones, a la realidad del existir. Es el gesto humano, la huella de la vida que le ha imprimido este artista, a esta escultura que me despierta tantos sentimientos encontrados. Entonces, desprende una aura que nos sumerge en un marco reflexivo, y nos hace además concluir que a pesar de todo, hay algo de sublime en estos seres.



Esta interrelación emocional, es realmente lo que me hace trasladarme a las definiciones de Arte. Yo pienso por el momento, que aparte del factor estético, el Arte, siempre conllevará y provocará una serie de reflexiones, pues nos empuja a sustraernos a un estado no sólo sensorial también reflexivo de la conciencia, a repensar el objeto contemplado, y al mismo tiempo, nos da una sensación de romper con el ahora y lo temporal, hasta acercarnos a lo trascendente.

Publicado el 2 de febrero del 2012, en mi antiguo blog: bestiasyamapolas

sábado, 11 de noviembre de 2017

Amapolas en Cerámicas

Por Altagracia Pérez Pytel/ Fotos Martin Pytel

Una instalación con miles de amapolas en cerámica, se desplegó en la Torre de Londres, para conmemorar el centenario del inicio de la I guerra mundial, en Julio del 2014.


De acuerdo a un reporte de CNN, explica que cada una de las 888.246 flores de la obra de arte, "Blood Swept Lands and Seas of Red", representa una vida perdida en la Primera Guerra Mundial, ¨una por cada soldado británico y colonial muerto en el conflicto que comenzó hace 100 años¨.

¨La marea roja que fluye desde una de las ventanas del palacio y las vueltas en sus antiguas paredes de piedra está hecha de cientos de amapolas cerámicas hechas a mano individualmente.¨



El Día del Armisticio fue en el año del centenario, el 2014, y la amapola final fue "plantada" poco antes de las 11 de la mañana del 11 de noviembre, la hora en que se firmó el armisticio, que puso fin a la guerra en 1918.

El artista inglés Paul Cummins concibió esta instalación monumental conocida como ¨Blood Swept Lands and Seas of London¨, la cual conmemora las pérdidas británicas y coloniales en la Primera Guerra Mundial.



Estas 888.246 amapolas cerámicas, las produjo Cummins en Derbyshire con varios asistentes, y el diseño elaborado por el diseñador de teatro Tom Piper.1

De acuerdo a la BBC, Tom Piper dijo que el propósito era crear "una sensación fluida y orgánica, la cual se podía ver como sangre, agua o fuerza vital".

La primera amapola de cerámica se plantó en julio y la final se agregó el 11 de noviembre del 2014.


 Para entonces, 888,246 amapolas rellenaron el foso, cada una representando una muerte británica o colonial durante el conflicto.

La Torre de Londres fue el lugar, donde más de 1,600 hombres juraron ante la Corona después de alistarse para este conflicto armado.


Hoy, millones de personas han guardado dos minutos de silencio para recordar a los muertos en la guerra del país, ya que el Reino Unido conmemora el Día del Armisticio.

Big Ben, que ha estado en silencio desde agosto mientras se realizan los trabajos de reparación, sonó a las 11:00 GMT.



1. Datos de Wikipedia.
Además de BBC y CNN. 

viernes, 13 de octubre de 2017

Teatro Ford

El Teatro Ford ubicado en la ciudad de Washington D.C., de los Estados Unidos, es un teatro en el cual se realizaban representaciones desde el año 1860. Se convirtió en un lugar de gran importancia histórica porque además  fue el escenario donde fue asesinado el presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, el 14 de abril de 1865, ​ por el actor John Wilkes Booth.​ 







Después de recibir el disparo, el presidente Lincoln fue llevado a la Casa Petersen, donde murió a la mañana siguiente. 

 BREVE HISTORIAEl lugar fue originalmente una casa de culto, construida en 1833 como la segunda casa de reuniones de los primeros bautistas de la ciudad.






El teatro fue utilizado más adelante como almacén y como oficinas y en 1893 parte de él se derrumbó, causando 22 muertos. Fue renovado y volvió a abrir como teatro en 1968. Durante la década de 2000 se restauró y abrió de nuevo al público el 12 de febrero de 2009, en conmemoración del bicentenario del nacimiento de Lincoln.


La casa Petersen y el teatro se conservan juntos como Sitio Histórico Nacional del Teatro Ford.







Por Altagracia Pérez Pytel
Datos de la Wikipedia

Fotos: De mi colección

El museo de Karol Józef Wojtyla, Papa Juan Pablo II

Por Altagracia Pérez Pytel
Fotos: Martin Pytel

Este museo está ubicado en Wadowice,  situado al Sur de Polonia, a unos 50 kilómetros de Krakovia, pues es  reconocido como el lugar de nacimiento del Papa Juan Pablo II.

Karol Józef Wojtyla, quien se convirtiera en  el 264.º papa de la Iglesia católica. nació el 18 de mayo del 1920, en Wadowice, Polonia. 







Era el menor de los tres hijos del matrimonio integrado por Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre era una ferviente católica, y se las arregló para que su hijo naciera cerca de un templo, pues quería que lo primero que oyera su hijo fueran los «cánticos a Dios». Cuando Karol aún era muy pequeño, su madre le decía a otras mujeres: Verán que mi pequeño Karol será una gran persona.



Al terminar sus estudios de educación media, una época en la que destacó como consumado ajedrecista (llegando a proclamarse vencedor en varios campeonatos estudiantiles), se matriculó en la Universidad Jagellónica de Cracovia y también en una escuela de teatro.



Su madre falleció en 1929, cuando él tenía nueve años. Su hermana Olga había muerto antes de que él naciera. Su hermano mayor Edmund, que era médico, murió en 1932 por contagio de una enfermedad cuando curó a un hombre de condición humilde. Junto con su padre, Karol se trasladó a Cracovia para iniciar sus estudios en la Universidad Jagellónica. Su padre, un suboficial del ejército polaco, murió en 1941 durante la ocupación de Polonia por la Alemania nazi.6 Su padre siempre lo guió en el camino de la fe y el amor cristiano. 





En 1943 ingresó en el seminario clandestino que había fundado monseñor Adam Stefan Sapieha, cardenal arzobispo de Cracovia, iniciando la carrera de Teología. Fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946 en la capilla privada arzobispal.



Aquí en esta foto, algunas de sus pertenencias de su juventud.



Cuando las fuerzas de alemanas cerraron la Universidad, en septiembre de 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar que lo deportaran a Alemania. Fichado por la Gestapo, se refugió en una buhardilla de Cracovia. En esa época se unió al grupo del célebre actor polaco Mieczysław Kotlarczyk, creador del teatro Rapsódico, con el cual interpretó papeles de contenido patriótico. 



Durante la ocupación alemana de Polonia, cultivó especialmente la cultura, el teatro y las amistades, en el contexto del grupo Unia, formado por jóvenes católicos que pretendían resistir, tanto de forma pacífica (así Wojtyła) como de acción (ayudando directamente a los judíos o haciendo uso de la violencia), a la ocupación nazi.7 Posteriormente, su situación se complicó y tuvo que refugiarse en los subterráneos del arzobispado de Cracovia.





Importante para su crecimiento espiritual fue la persona de un sastre, Jan Tyranowski, quien le dio a leer a San Juan de la Cruz.




Antes de ser elegido papa, Wojtyła también mostró su capacidad como poeta, filósofo y dramaturgo. Entre sus escritos destaca la obra teatral El taller del orfebre, convertida más tarde en ópera rock. La obra se publicó por primera vez en Varsovia en 1960, cuando Wojtyla era obispo auxiliar de Cracovia.



El 13 de mayo de 1981 Mehmet Ali Ağca disparó contra el Papa, mientras éste se desplazaba por la Plaza de San Pedro en un vehículo abierto. El pontífice fue herido en la mano, brazo y abdomen. Pocos años más tarde en diciembre de 1983, el Papa lo visitó a la cárcel de Rebibbia, conversó con él y le otorgó el perdón.



Karol Wojtyla, mejor como conocido como el Papa Juan Pablo II ha sido aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, y al mismo tiempo, uno de los más controversiales, por oponerse por igual a las dictaduras marxistas y al mismo tiempo, al capitalismo liberal y, muy especialmente, en su condena a cuestiones como el aborto, la contracepción y la fecundación artificial, en lo que él entendía era su defensa de la vida y la familia. 



Juan Pablo II consideraba como cultura de la muerte, al materialismo Occidental, al que evidenciaba como hedonista, relativista e insolidario.



Durante su pontificado, visitó 129 países, y hablaba además de su idioma natal, el polaco: el italiano, francés, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, esperanto, griego antiguo y latín. Asimismo beatificó y canonizó a 483 santos. El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado venerable por su sucesor, el papa Benedicto XVI, y fue canonizado hoy, junto a Juan XXIII, en una ceremonia que aglutinó a cientos de miles de peregrinos, en la ciudad del Vaticano.



Un poema de Karol Wojtyla
Papa Juan Pablo II:
"MATERIA"

Escucha: el continuo golpear de los martillos,
demasiado, en ellos mismos.
Lo proyecto a las personas
para poner a prueba la fuerza de cada golpe.
Escucha ahora: una corriente eléctrica
corta a través de un río de roca.
Y un pensamiento crece en mí, día a día:
la grandeza de la obra es el hombre interior.
Dura y agrietada
su mano se carga de forma diferente
por el martillo
y el pensamiento se aclara de manera diferente en la piedra
como humana energía se divide en la fortaleza de piedra
cortando el torrente sanguíneo, una arteria
en el lugar correcto.
Mira, cómo alimenta el amor
en este enfado sólido
que fluye en la respiración de las personas
como un río doblado por el viento,
y que nunca habla, sólo rompe las altas cuerdas vocales.
Los transeúntes se escabullen hacia el sendero,
alguien susurra: " Sin embargo, aquí hay una gran fuerza. "

No temas. Las acciones diarias de los hombres tienen un amplio alcance,
un cauce estrecho no puede encarcelarlos por largo tiempo.

No temas. Durante siglos, todos ellos están ante él,
y tú miras hacia Él ahora
a través del continuo golpear de los martillos.

2

Confinados están los bloques de piedra, el cable de baja tensión
profundos cortes en su carne, un látigo invisible -las piedras conocen esta violencia.
Cuando una ráfaga escurridiza rasga su compacta madurez
y las lágrimas de su eterna simplicidad,
las piedras conocen de esta violencia.
Sin embargo, ¿puede la corriente desatar toda su fuerza?

Es él quien lleva esa fuerza en sus manos:
el trabajador.

3

Las manos son el paisaje del corazón. Se separan a veces
como desfiladeros hacia indefinidos movimientos de fuerza.
Las mismas manos con las cuales, sólo el hombre abre
cuando sus palmas han tenido su ración de trabajo.
Ahora él contempla: ya que sólo por él, otros pueden caminar en paz.
Las manos son un paisaje. Cuando se separan, el dolor de sus llagas
explota libre como un arroyo.
Pero no reflexiones en el dolor -
hay grandeza en el dolor por sí solo.
Por su propia grandeza, él no sabe cómo nombrarlo.

4
No, no sólo las manos caídas con el peso del martillo,
no el torso tenso, los músculos que dan forma a su propio estilo,
pero reflexiono en el trabajo informe,
profundo, con nudos en las arrugas en la frente ,
y sobre su cabeza, se unió en un arco agudo, los hombros y las venas abovedadas.
Así que por un momento se trata de un edificio gótico
cortada por un pensamiento vertical, nacido en los ojos.
No, no un perfil a solas,
no es una mera figura entre Dios y la piedra,
condenado a la grandeza y el error.

sábado, 30 de septiembre de 2017

CONGRESS HALL o (Sala Del Congreso)

Por Altagracia Pérez Pytel
Fotos: Martin Pytel 

El Congress Hall es un edificio cerca de la intersección de la Chestnut y la 6th Streets en Philadelphia, Pennsylvania, que sirvió como la sede del congreso de Estados Unidos en el período del 6 de diciembre de 1790 al 14 de mayo de 1800.


Breve Historia:


Antes de establecer la capital de la nación en Washington DC, el Congreso de los Estados Unidos y sus predecesores se habían reunido en Filadelfia (Salón de la Independencia y Congreso), Nueva York (Federal Hall) y varios otros lugares (York, Pensilvania, Lancaster , Pennsylvania, Maryland State House en Annapolis, Maryland, y Nassau Hall en Princeton, Nueva Jersey).


Durante la duración del Congreso como la capital de los Estados Unidos, el país admitió tres nuevos estados, Vermont, Kentucky y Tennessee; ratificó la Declaración de Derechos de la Constitución de los Estados Unidos; y supervisó las inauguraciones presidenciales de George Washington (su segundo) y John Adams.



Datos tomados de la Wikipedia

Fotos Martin Pytel