martes, 30 de octubre de 2012

Conversación con Dios

Por Altagracia Pérez Pytel

Querido Dios:

No permitas que olvide, que aun cuando el tiempo pase y me arropen las arrugas… muy dentro de mí, sigue habitando una niña.

Esta niña que hay en mí, es la que me salva de perderme en mis dudas, en mis sombras, fracasos y hasta de mis luces.







… Es la que me hace reír y estar siempre dispuesta aprender, crecer y saltar por encima de los obstáculos.

De tu mano, quiero ir al encuentro de esa anciana que deja su niña interior, saltar, correr, mojar su cuerpo bajo la lluvia y los rugidos de la tormenta; y aún así, contemplará con espíritu altivo, al invierno de la vida asomarse a su casa.

- Del libro de mi poemas, "Luna y Látigos".


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